Estrella de clase mundial: Mookie Betts

COLUMNA INVITADO

Buen día, amable lector:

Continuamos con este espacio de anécdotas en el deporte, tocando el turno a una de las más recientes, pues fue hace algunos meses durante el Clásico Mundial de Beisbol y donde Mookie Betts fue una de las figuras a seguir en el certamen, un atleta de lo más completo que hay en la actualidad dentro de Grandes Ligas.

Esta anécdota comenzó en octubre del año pasado, donde regularmente nos reunimos algunos compadres, amigos y mis hijos a planear un poco sobre nuestra siguiente aventura en el deporte, ya que meses antes habíamos emprendido un viaje a Anaheim, que posteriormente les escribiré.

Ya en la charla, decidimos ir a Phoenix, Arizona al Clásico Mundial de Beisbol, comprando los carnets y esperando con mucha la ilusión la fecha, siendo el mes de marzo cuando salimos vía terrestre a esta nueva aventura, teniendo al volante a mi gran amigo Miguel Tamayo (El Chilango), mis amigos José Ángel Mora y José Ángel Mora Jr, a mi hijo Luis Fernando y al nuevo integrante de las aventuras, el gran Jorge Emilio, esta vez no nos pudo acompañar mi hijo Jorge Efrén y en Phoenix nos esperaba mi compadre Juan Carlos Cárdenas y se nos unió mi otro compadre Alejandro Montaño.

Ya todo listo, dio inicio una semana de dobles juegos a los que tratamos de ir a todos, entre la emoción y la buena convivencia, llegando siempre al primer juego y donde Colombia nos da la sorpresa al vencer a México, mientras que en el segundo juego se enfrentaron Estados Unidos y Canadá.

Nuestras localidades estaban en el jardín derecho, junto a muchos mexicanos y mexicoamericanos de Los Ángeles, apoyando a su gran Mookie Betts, por lo que nos ambientamos entre la fiesta, gritos y bromas a los jugadores, empezando por armas la popular “ola”, que incluso llegó a dar 14 veces la vuelta al estadio.

Mi compadre Miguel Tamayo y yo, empezamos a gritar a los jugadores en su apoyo y ya con unas buenas Coors Light Dobles pues éramos felices con pura risa y risa, esperando el segundo juego de la jornada, que es cuando me “cae el 20” de saber que estábamos a unos metros de un gran pelotero como Mookie, viviendo una gran experiencia.

Ya en ese momento, mis hijos Luis Fernando y Jorge Emilio me pidieron que le gritara algo a Betts, esto tras una gran atrapada de él y que levantó a los aficionados entre gritos y aplausos, pero hubo un momento en que se guardó silencio y donde se escuchó mi grito: <<I LOVE YOU MOOKIEEEEE>>, cayendo muy bien y que fue seguido por el apoyode los aficionados, que posteriormente pedían ese mismo grito que con gusto repetía.

Fue una muy grata e inolvidable experiencia, vivir esos juegos en presencia de grandes estrellas del beisbol mundial entre las selecciones participantes, como los mexicanos Julio Urías y el gran Randy Arozarena, además de las firmas en sus tarjetas que consiguió mi hijo Jorge Emilio y muchos sinaloenses que nos topamos por allá, incluidos los hermanos e hijos Montalvo.

Este tremendo pelotero debutó en 2014 con Medias Rojas de Boston y rápidamente mostró sus herramientas, etapa que duró 5 campañas hasta que fue cambiado a Dodgers de Los Ángeles, donde ha brillado con luz propia y que se ha posicionado como uno de los jugadores con mejores cualidades en todas Las Mayores, por no decir que quizás es el mejor en ese rubro.

Cabe señalar que Mookie Betts tiene un contrato de 12 años y 365 millones de dólares, siendo el segundo mayor en monto, sólo detrás de Mike Trout, pero que muestra la valía e importancia del pelotero, no solamente para Dodgers, si no también para todo el beisbol de Grandes Ligas.

Ya cuenta con campeonatos de Serie Mundial en 2018 con Boston y en 2020 con la organización angelina, ganador de 4 Guantes de Oro de manera consecutiva, varias veces llamado al Juego de Estrellas y otro gran número de premios individuales, siendo una pieza fundamental en el esquema que actualmente dirige el manager Dave Roberts.

Mookie Betts es una de las caras que tiene la MLB en la actualidad, mostrando un comportamiento ejemplar dentro y fuera del terreno de juego, lo que presagia muchos años de éxitos y un placer a quienes gustamos de verlo jugar.

Esta anécdota va dedicada para mi gran amigo Miguel Ángel Tamayo Olmos, el popular “Chilango”, con mención especial para mi amigo y compadre Juan Carlos Cárdenas.

Nos escribimos pronto, amigos…

Jorge Luis Sánchez Dávalos

jorge.deportes@hotmail.com