La leyenda guinda y “Culichi por adopción”, Rodrigo López, tiene su primer encuentro frente a la inmortalidad del béisbol mexicano.
En 2018, los Tomateros de Culiacán le retiraron su número 13, en honor a sus quince temporadas, cuatro campeonatos de Liga ARCO Mexicana del Pacífico (LAMP) y uno de Serie del Caribe.
En ese periodo, Rodrigo logró además una temporada de diez triunfos en la 2001-02, campaña que culminó como el Jugador Más Valioso, ya que incluso sumó cinco victorias en la postemporada.
Ese ciclo invernal, finalizó con una blanqueada de cuatro hits el 8 de febrero de 2002 en Caracas, contra el representativo de Puerto Rico. Con ese triunfo, Tomateros de Culiacán se convirtió en el primer equipo de LAMP con dos títulos de clásico caribeño.
Meses después, López volvió a las Ligas Mayores de Béisbol e inició un largo trayecto de once años, que incluyó 81 victorias con seis equipos diferentes. Hoy es uno de cinco candidatos a ingresar al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, en la categoría de Major League Baseball (MLB), dentro de la clase 2023.
“Hace unos cuantos días recibí la notificación por parte del Salón de la Fama de México, de Béisbol, haciéndome saber que se iba a dar este evento el viernes, el viernes 17, que estaba ahí en el grupo de Grandes Ligas”, dijo en entrevista.
Junto a López, destacan los nombres de sus excompañeros de equipo Karim García, así como Erubiel Durazo, Ismael Valdez y Juan Gabriel Castro.
Rodrigo ve la eventual llegada al recinto de Monterrey, como un reconocimiento que trae consigo una enorme responsabilidad. “Para mí sería un honor muy bien recibido, con toda la humildad, pero con mucho orgullo saberlo portar y desde luego, dignamente, respetar el Salón de la Fama. Respetarlo dignamente, en donde quiera que te pares”, expresó.
Es el primer año que López, expone su candidatura a formar parte del mencionado sitio, que abrió sus puertas en 2019.